¿Es correcto decir, en verdad, que solo existe el Espíritu?
- Con Ciencia Indigena

- 5 oct
- 2 Min. de lectura

Todo lo que ocurre en nuestras vidas es, en esencia, un reflejo de nuestra conexión con el Espíritu. La espiritualidad, en su núcleo, es la forma en que nos relacionamos con la vida como el rostro visible del Espíritu.
En el tapiz de la existencia, las consecuencias de nuestros actos son la respuesta del Espíritu a lo que hemos dicho y hecho. En este diálogo se revela un maestro profundo. Cuando enfrentamos consecuencias incómodas o dolorosas, en lugar de huir, si las miramos como un espejo y las usamos para transformar lo que no nos gusta, aprendemos a crecer, a comprender y a evolucionar —aun cuando implique incomodidad, vergüenza o dolor. Son lecciones claras que nos guían hacia una mayor conciencia.
Existimos como individuos, y, sin embargo, estamos profundamente conectados con el Espíritu dentro y alrededor de nosotros. Esa conexión es como un espejo que refleja nuestro verdadero ser. A veces, el ego nubla ese reflejo, generando arrogancia, juicio y sombras que distorsionan lo que somos en el fondo.
La vida nos ofrece incontables caminos, y cada uno moldea nuestra relación única con el Espíritu. Algunos conducen a la autodestrucción, otros a una claridad profunda y a la paz interior. Todos son vínculos con el Espíritu, cada uno con su propia verdad. Esa es la esencia de la espiritualidad sincera: ser creativos, honestos y estar dispuestos a recorrer el sendero que conduce al amor consciente y a una unión armónica con el Espíritu, incluso cuando exige esfuerzo y valentía.
Al final, aquí, en medio del infinito, esto nos lo hacemos a nosotros mismos. No hay nadie más. Solo estás tú —y todo lo que ves, dentro y fuera, es el Espíritu en primera persona. Esa relación es espiritualidad.
…El portal más increíble. — Mario Gómez Mayorga, 2023


























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